"El Estado es la asociación
de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de
monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de
dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos
de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes
disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias
jerarquías supremas" Max Webber.
La brutal definición de Max
Webber se ajusta cada día más a la proyección de estado que deja tras de sí el
gobierno de Mariano Rajoy. Soy consciente de que planteé este blog como una
fuente objetiva de información y que no es la mejor manera de regresar del
verano, pero el viraje de la acción del gobierno en materia económica, social y
netamente política van camino de lograr lo que ellos quisieron hacernos ver una
legislatura atrás -España se Rompe- y merece una entrada al respecto, incluso modificando el habitual estilo del blog.
Objetivamente, se puede decir sin
reparos que la imagen de Estado de España se ha roto:
Si vamos a las teorías clásicas
sobre el Estado, todas coinciden en que el Estado debe poseer para considerarse
como tal tres elementos:
- Un territorio: Los tiempos de
España, una, grande y libre se dejaron atrás hace mucho tiempo, aunque desde el
ultracentrismo de UPyD y sectores del Partido Popular intenten recuperar
rancias glorias. A día de hoy está más viva que nunca la llama independentista
en Cataluña y País Vasco, donde
previsiblemente los partidos nacionalistas obtendrán contundentes mayorías. Si
el gobierno de Mariano Rajoy no atiende con la cordura necesaria la situación,
proponiendo de manera clara y firme la reforma de la Constitución para hacer de
facto a las comunidades autónomas regiones federales, la causa soberanista irá
adquiriendo cada día más fuerza. De tener éxito el camino independentista
España perdería el primer bastón de la idea de Estado, su territorio.
- Un pueblo: Un pueblo con una
tasa de paro del 25.1% y con el 20% de la población española bajo el umbral de
la pobreza deja de ser un pueblo. El copago farmacéutico y próximamente
sanitario, la subida de las tasas universitarias y de formación profesional, la
subida de los impuestos indirectos o las sucesivas pérdidas de poder
adquisitivo son medidas que destruyen al pueblo y generan masas fácilmente
manipulables por los que detentan el control de los medios de comunicación más
tradicionales. Si un pueblo no crece con una buena educación, no dispone de
viviendas dignas, no tiene para comer, deja de ser pueblo.
- Soberanía: ¿Han oído hablar de
democracia? Antes, el pueblo, a través de sus representantes elegidos a través
de unas elecciones limpias y libres, tomaba las decisiones sobre aquellos temas
que les involucraban. La soberanía nacional le pertenecía. Más tarde, se
eliminaron las fronteras, se liberalizaron mercados y se entró en el Euro y
España, sin darse cuenta, perdió su derecho a decidir. No es que los españoles
no tengan la opción de refrendar las duras medidas que exige el gobierno, es
que ni siquiera las dicta el gobierno. La mano negra del mercado, o la melena
rubia de Merkel toman las decisiones por el gobierno sin que exista la
posibilidad de elegir si se aceptan o no. Y no contentos con no poder escoger
las políticas más importantes y que afectarán a generaciones enteras, poco más
de un año después de las últimas elecciones autonómicas, dos comunidades
autónomas (Madrid y Valencia) y la capital del país han cambiado a sus
dirigentes sin pasar por las urnas, sin preguntar a los electores su opinión,
con lo que se dice adiós a la soberanía nacional.
¿Puede entonces España aguantar
como Estado sin cumplir con ninguno de los tres requisitos de Estado? Si.
¿Cómo?
La conclusión más importante de
la definición de Estado que hace Webber es que el estado posee el monopolio de
la violencia física y la puede usar como medio de dominación y por tanto, para perpetuarse como Estado. Por ello, el
gobierno de Mariano Rajoy y UPyD niegan la posibilidad de alcanzar un mayor
grado de autonomía a las distintas regiones de España y proponen utilizar
medidas violentas, como aplicar el artículo 155 de la Constitución Española,
anulando las autonomías de las regiones que se "revelen" y sacando
los tanques a la calle. De esta manera aplacaría los problemas territoriales. ¿Los
de soberanía y los del pueblo? Ya están en marcha, la detención de
manifestantes por llevar pancartas, la citación de personas que quieren
organizar una marcha pacífica o la represión en manifestaciones son ejemplos de
cómo el gobierno, ante la pérdida de soberanía y de su pueblo actúa intentando oprimir cualquier acto de rebeldía y
reclamación de los derechos perdidos.
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